Las raíces de la inteligencia artificial se hallan en la
historia misma de la humanidad, y no sólo en su historia, también en los
mitos y leyendas de muchas culturas. Si bien estas culturas no hablaban
como tal de computadoras pensantes, sí se ha observado que se mencionan
inteligencias artificiales o creadas por humanos. Es decir, que la idea de
inteligencias creadas artificialmente siempre ha despertado interés en la
raza humana. Por primera vez, quizás estemos cerca de lograr este tipo de
inteligencias.
Encontramos un primer ejemplo en la mitología griega. Hera tiene un hijo
llamado Hephaestus, quien ha creado un hombre hecho de bronce llamado
Talos. La misión de Talos era proteger Creta. Aquí, al parecer, en términos
modernos, tenemos la historia de un androide protector.
Otro mito es el de Pygmalión, un rey-artista que crea una escultura de
marfil en la cual representa su ideal de mujer. La diosa Afrodita le
concede vida a la escultura y le da como nombre Galatea.
Se sabe también que Dédalo, un famoso inventor de la Antigüedad, había
creado gente artificial. Al parecer, la creación de esta clase de seres
constituye una inquietud presente en ingenieros, inventores y escritores.
Pero la construcción de una máquina que sólo se asemeje al ser humano no
resulta suficiente, lo que en realidad se ha buscado es que tenga
inteligencia.
Estos mitos no se detienen en la Antigua Grecia. Se cuenta que el papa
Silvestre II construyó un artefacto que podía predecir el futuro. Este
aparato era una cabeza humana mecánica, capaz de pronunciar dos palabras:
sí y no. La gente le preguntaba, y la cabeza contestaba, prediciendo de
esta manera el futuro.
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